¿Qué es EPI?
EPI son las siglas de Electrólisis Percutanea Intratisular. Es una nueva técnica que consiste en aplicar una corriente galvánica sobre el tejido lesionado, ésto produce una reacción química que “rompe” el tejido fibrótico degradado y favorece una respuesta inflamatoria adecuada para su regeneración.
Gracias al EPI muchas lesiones tendinosas crónicas que no avanzan con un tratamiento conservador (ultrasonidos, cyriax, masaje, microondas, etc.) mejoran en plazos más cortos y permiten una vuelta a la actividad normal.
¿Para qué sirve?
Nos ayuda en aquellos problemas tendinosos crónicos que provocan dolor e incapacidad funcional al paciente. Estas lesiones son especialmente molestos para personas que realicen actividad deportiva bien sea profesional como amateur.
¿De dónde viene?
Ni Alemania, ni Japón, ni Estados Unidos. Esta técnica es fruto de más de una década de trabajo del fisioterapeuta y actualmente Profesor del Master de Alto Rendimiento del F.C. Barcelona José Manuel Sánchez.
Sus estudios y especialización en tendinopatías crónicas dieron como resultado la creación de esta técnica que esta mejorando los resultados y reduciendo el tiempo de recuperación de los pacientes.
¿Cómo funciona?
Después de un buen diagnóstico de la lesión se aplica el EPI directamente sobre los tejidos degradados usando una aguja similar a las utilizadas en acupuntura. En unos pocos segundos el tratamiento provoca la lisis en el tejido con el comenzará la regeneración del mismo.
¿Cómo de eficaz es?
Aunque no hay dos lesiones iguales, normalmente en dos sesiones se debería notar una disminución del dolor a la actividad. Como el primer paso para la recuperación es provocar una inflamación del tejido, lo normal es observar un aumento de las molestias hasta el segundo o el tercer día, a partir de aquí la sintomatología irá disminuyendo. Los resultados son mejores en lesiones crónicas que en agudas ya que el efecto sobre el tejido degradado/fibrosado es mayor.
Los resultados sobre epicondilitis (codo de tenista), fascitis plantar y distintas lesiones de rodilla son francamente buenos y las investigaciones en curso sobre lesiones como pubalgias son esperanzadoras. También trata las tendinitis del supraespinoso, tendinitis aquílea y bursitis.